Alimentación de la Madre gestante, lactante y el niño pequeño
Las madres en periodo de gestación y lactancia deben alimentarse de una manera saludable y adecuada para poder recuperarse mejor y producir leche de alto valor nutricional para sus bebés, ya que estos nutrientes son los que alimentaran al niño durante sus primeros meses de vida, cubriendo sus todas sus necesidades energéticas, la alimentación de la madre debe contener alimentos de todos los grupos nutricionales como se plantea en el “Plato saludable de la familia colombiana”.
Por otro lado, el contenido de algunos componentes como la grasa de la leche materna cambia con la dieta, no obstante, el contenido de hidratos de carbono, proteína, calcio y hierro no cambia mucho, incluso si la madre ingiere poca cantidad de estos elementos en su dieta; sin embargo, es importante que durante el periodo de lactancia la dieta de la madre contenga más de 1.800 calorías al día.
Existen nutrientes que cobran vital importancia desde el embarazo hasta la lactancia y ayudan al optimo desarrollo del bebé; en el siguiente gráfico podemos observar una serie de alimentos y su contenido de nutrientes, el cual le ayudara a elegir los alimentos a la hora de adquirirlos.
El primer alimento: leche materna
La alimentación por lactancia materna en los recién nacidos se adecúa a su crecimiento y desarrollo físico, debido a que el estómago del bebé crece a diario la producción de leche materna responde a ese crecimiento aumentando o disminuyendo su cantidad y adecuando sus componentes, por lo cual, al inicio de la lactancia la producción de leche tiende a ser baja.
Así mismo, la leche materna adecúa su valor nutritivo de acuerdo al crecimiento del bebé, así, la primera leche es altamente nutritiva y se conocen como calostro, pero cuando el bebé crece y la producción aumenta, la leche cambia su aporte y aspecto físico, pasando de calostro a ser leche de transición hasta llegar a ser leche madura.
El gráfico: Tamaños del estómago de un recién nacido, hace referencia al crecimiento del tamaño del estómago en los bebés y su capacidad de almacenamiento por succión.
En cada visita de control médico se debe solicitar asesoría sobre alimentación saludable, para favorecer una nutrición adecuada e integral tanto para la madre como para su hijo.
Antes de manipular cualquier alimento es importante hacer un adecuado lavado de manos.
Después de los 6 meses de edad y hasta el año de vida, la leche materna sigue siendo el alimento principal del bebé y se debe ofrecer de manera complementaria hasta los dos años y/o más. Sin embargo, el aporte de hierro y otros nutrientes a partir de los 6 meses resulta insuficiente solo con la leche materna, es por esto que a partir de esta edad deben introducirse alimentos que garanticen y complementen su nutrición de manera adecuada. Estos alimentos deben ser variados, frescos, naturales, sin adición de sal, ni azúcar.
La introducción de alimentación complementaria debe ser paulatina, incorporando alimentos poco a poco hasta llegar a un patrón de consumo familiar. Se debe realizar una transición gradual de consistencia, es decir, entre los 6 y 8 meses se ofrecen alimentos en forma de puré espeso, machacados o enteros blandos; a partir de los 8 meses y hasta el año, se deben ofrecer alimentos en pequeños trozos, más duros de consistencia y que el bebé pueda agarrar con su mano, evitando aquellos que por su forma puedan ocasionar atoramientos como uvas, nueces o trozos de zanahoria o manzana.
A continuación se presenta una serie de recomendaciones para la alimentación complementaria según la edad del bebé; además, en la parte inferior de este espacio, encontrara una serie de recetarios que ayudaran a alternar las comidas que puede ofrecer a su hijo durante su crecimiento y que pueden elaborarse con ingredientes de la región nariñense.